¡Hola, Artenauta!
Las texturas son una de las formas más poderosas de dar vida a una pintura. No solo aportan interés visual: también crean profundidad, sugieren materiales y transmiten sensaciones. Tanto con acrílico como con óleo puedes lograr efectos muy variados, desde superficies suaves y difuminadas hasta relieves gruesos y expresivos.
En esta guía aprenderás las texturas básicas que todo principiante debería practicar, cómo se hacen y para qué sirven. Verás que no necesitas herramientas complicadas: solo ganas de experimentar.
Por qué aprender texturas desde el principio
Trabajar con texturas te ayuda a:
-Mejorar tu control del pincel
-Entender cómo se comporta la pintura
-Representar materiales reales (madera, tela, piedra…)
-Crear composiciones más dinámicas
-Encontrar tu propio estilo
-Disfrutar más del proceso creativo
1.Textura suave o difuminada (blending)
Perfecta para cielos, piel, fondos y superficies delicadas.
Con acrílico:
El acrílico seca rápido, así que la clave es la velocidad.
Cómo hacerlo:
-Aplica dos colores uno junto a otro.
-Con un pincel suave, mezcla en horizontal o circular.
-Trabaja rápido antes de que seque.
-Puedes añadir un poco de agua o medium para extender el tiempo de secado.
Con óleo:
El óleo es ideal porque seca lento.
Cómo hacerlo:
-Coloca dos colores juntos.
-Difumina con un pincel limpio y suave.
-Mezcla hasta obtener un degradado uniforme.
-Usa medium si necesitas fluidez extra.
2.Pincel seco (dry brush)
Una técnica fácil que genera texturas ásperas, ideales para madera, rocas, telas rústicas o vegetación.
Cómo hacerlo:
-Usa un pincel duro (preferiblemente viejo).
-Carga muy poca pintura.
–Retira el exceso en un papel.
–Frota suavemente la superficie dejando trazos secos y entrecortados.
Funciona excelente en ambos medios.
3.Impasto (pintura gruesa con relieve)
Una de las texturas más expresivas: la pintura se aplica en capas espesas que crean volumen real.
Cómo hacerlo:
-Usa una espátula o pincel duro.
-Coloca pintura espesa directamente sobre el lienzo.
-Modela, arrastra y crea relieves visibles.
Óleo:
Perfecto para impasto sin necesidad de añadidos.
Acrílico:
Mejor si usas medium gel espeso para evitar grietas y la pérdida de volumen al secar.
4.Capas superpuestas (layering)
Consiste en aplicar varias capas finas de pintura, dejando que cada una modifique visualmente la anterior.
Cómo hacerlo:
-Pinta una capa base y deja secar.
-Añade capas superiores con colores o texturas distintas.
–Combina pinceladas grandes, finas, rápidas o suaves según el efecto.
-Con acrílico puedes hacer muchas capas rápido.
-Con óleo necesitarás más tiempo de secado, pero el resultado es más suave.
5.Puntillismo o golpeteo (stippling)
Crea una textura granulada o difusa mediante puntos o pequeños toques.
Cómo hacerlo:
-Usa un pincel redondo de punta firme.
-Da toques cortos sin arrastrar.
-Varía presión, tamaño y densidad para obtener distintos efectos.
Ideal para:
–Hojas
–Piel estilizada
–Rocas
–Fondos delicados
6.Rascado o arrastre (sgraffito)
Se trata de rascar la pintura aún húmeda para revelar capas inferiores o generar líneas incisivas.
Cómo hacerlo:
-Aplica pintura gruesa.
–Raspa con una espátula, tarjeta plástica, peine o incluso el mango del pincel.
–Crea líneas, texturas o detalles finos.
Perfecto para:
–Pelo
–Madera
–Corteza de árbol
–Texturas urbanas
7.Veladuras y lavados (glazes / washes)
Técnica de capas transparentes que añaden profundidad y suavidad.
Con acrílico:
Muy fácil gracias a su rápida mezcla con agua o medium.
Cómo hacerlo:
–Diluir la pintura hasta que esté casi transparente.
–Aplicar suavemente sobre capas secas.
–Repetir para enriquecer colores.
Con óleo:
Se necesitan mediums específicos (aceite + medium de secado).
Herramientas útiles para crear texturas
Además de los pinceles tradicionales, puedes usar:
–Pinceles duros o viejos
–Espátulas
–Tarjetas de plástico
–Esponjas
–Trapos
–Peines
–Cepillos
–Sellos caseros
–Dedos (sí, los dedos son un gran recurso)
Cada herramienta dejará un rastro único, ideal para experimentar.
Consejos para aprender texturas más rápido
-Trabaja en pequeños paneles o papeles, no en un lienzo grande.
–Experimenta sin miedo: lo peor que puede pasar es que lo pintes encima.
–Observa texturas reales en objetos cotidianos.
–Combina técnicas entre sí para efectos complejos.
-Juega con la cantidad de pintura: muy poca o mucha cambia totalmente el resultado.
-Cambia el tamaño del pincel según lo que quieras transmitir.
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